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jueves, 4 de mayo de 2017

Tankpocalipsis now

Prismáticos blindados. Foto via kak-eto-sdelano
 La disputa entre Kuwait e Irak por el campo petrolífero de Rumaila (considerado como el tercero más grande del mundo) fue una de las razones que llevaron a la invasión iraquí de Kuwait y a la consiguiente Operación Tormenta del desierto protagonizada por tropas estadounidenses. Según afirmaban los iraquíes este campo, situado en su propio territorio y a tan solo 20 kilómetros de Kuwait, estaba siendo explotado de manera ilegal por los kuwaitíes los cuales estaban extrayendo petroleo a través de pozos excavados de manera diagonal desde su propio territorio. La primera Guerra del Golfo termina con la retirada iraquí, los cuales haciendo suyo el dicho "antes de malvenderlo le prendo fuego", dejan tras de sí cerca de 700 pozos de petroleo rodeados de minas en llamas en mitad del desierto provocando imágenes espectaculares como ESTAEl problema no solo era observar como millones de dólares se evaporaban cada segundo sino que las temperaturas en las cercanías de los pozos hacían imposible trabajar en su extinción. 



Apagar los fuegos le llevó a los kuwaitíes cerca de 10 meses y para llevar a cabo su tarea usaron todos los medios disponibles a su alcance: camiones, excavadoras, blindados,..., aunque según parece pocos medios fueron tan útiles para acabar con los fuegos como Big Wind. Este es el nombre de guerra del vehículo contra-incendios creado por una ingeniería húngara para hacer frente a los pozos en llamas. Para llevar a cabo su misión Big Wind se sirve de la barcaza del tanque soviético T-34 sustituyendo su torreta de 73 milímetros por dos motores de MiG-21Sobre los motores seis válvulas se encargaban de suministrar unos 30.000 litros por minuto los cuales eran proyectados por los gigantescos motores hacia los pozos tal y como podéis ver en el vídeo superior. El objetivo de tal acción era cortar el flujo de crudo que aun no estaba prendiendo que emergía de la base del pozo de un gran soplido y así cortar de raíz el fuego al tiempo que el agua bajaba la temperatura y evitaba que se incendiase de nuevo. 


Kōji Kabuto y sus colegas posando frente a cámara. Foto via kak-eto-sdelano
En la operación participaba un carrista a bordo de la barcaza, un operario tras de ella operando los motores y un jefe alejado monitoreando la acción y dando órdenes (que para eso es jefe). Esta idea de poner motores de avión sobre vehículos no es nueva como bien sabemos por AQUÍ, y tampoco es que nos vayamos a sorprender a ESTAS alturas con vehículos de este tipo... pero bueno, hay que reconocer que Big Wind tiene bastante carisma. Si queréis saber algo más sobre esta fiera de la ingeniería no os perdáis ESTE artículo. AQUÍ y AQUÍ encontraréis más fotos sobre él. En fin, parece que el pequeñín sigue operativo... así que si usted tiene un problema y si lo encuentra quizás pueda contratarlo.


2 comentarios:

  1. El sueño húmedo de cualquier bombero.

    Este tipo de engendros me fascinan, son raros a la par que eficaces!

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  2. con dinamita tengo entendido que también apagaban pozos petrolíferos en llamas

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