El museo de Stalin
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Los buenos tiempos |
Kureika es una pequeña aldea siberiana localizada en el Círculo Polar Ártico a orillas del río Yenisei (el río más largo nacido en el ártico) y situada no muy lejos de la localidad de Igarka que servía de fin de línea para el Ferrocarril de la Muerte de Stalin del que hablamos en la última entrada. Cuando uno examina la localidad a vista de pájaro AQUÍ se observa una singular estructura localizada en el norte de la ciudad, concretamente AQUÍ. Pues bien, ese cuadrado derruido que podemos observar a vista de pájaro es lo que queda del llamado Museo de Stalin. ¿Y porqué aquí? bueno, coincide que Kureika es el lugar donde Stalin pasó su último exilio (1914-1917) antes de la Revolución de Octubre y que en el pueblo no sabían muy bien como atraer inversión o turismo. Es por ello que en 1949 alguien decidió construir un enorme panteón rodeando la cabaña donde el amado líder vivió durante su exilio para que sirviera de reclamo y como centro de culto a su personalidad. Los prisioneros de guerra encargados de construirlo finalmente terminaron el museo en 1952. A esta época corresponde la edad de oro del mencionado panteón y a la que corresponden las fotografías que podéis ver AQUÍ, AQUÍ o AQUÍ.
Los años pasaron, Stalin murió y con el tiempo llegó el proceso de desestalinización y el panteón no se libró de este proceso por lo que en 1961 fue abandonado y saqueado. En ESTE vídeo podéis ver lo que quedaba de él en los 90 (sufrió un incendio en 1996) y en ESTE otro lo poquito que queda de este lugar a día de hoy... atención a los mosquitos que pueblan el norte de Siberia en verano, impresionante. Por cierto, que en 2006 un empresario local propuso reabrir el museo y colocó una estatua de yeso de Stalin de un millón de rublos frente a los restos del panteón no exenta de polémica ya que fue demolida esa misma semana... se ve que España no es el único país donde personajes del pasado siguen protagonizando la actualidad política diaria.
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