viernes, 7 de agosto de 2015

Star Wars Episodio I: La Guerra de las Galaxias

Imagen vía Wikipedia
Hace no tanto tiempo en un universo no tan lejano un actor de medio pelo metido presidente de una de las naciones más poderosas de la tierra decidió elevar un gradito más la temperatura de la Guerra Fría. El anuncio de subida de temperatura lo hizo un 23 de Marzo de 1983 y el nombre que recibió dicha iniciativa fue IDS, acrónimo de Iniciativa de Defensa Estratégica también conocido popularmente como Star Wars. El plan del actor pasaba por desarrollar una serie de defensas terrestres y orbitales (de ahí el sobrenombre de Guerra de las Galaxias) que fueran capaces de proteger su país de un ataque nuclear ya fuera interceptando las ojivas en su viaje por el espacio exterior o anulándolas en su reentrada orbital con misiles, láseres o cañones electromagnéticos. Cualquier recurso o esfuerzo era insuficiente siempre y cuando  su misión fuera acabar con algo que quitaba el sueño a nuestro pequeño presidente: el equilibrio nuclear. Eso de que él no pudiera aniquilar a su enemigo a su antojo ya que en ese caso el sería igualmente aniquilado como que le causaba ojeras.


Esquema del pitote que quería montar la USAF
Dado que esta iniciativa, de la que ya hablamos AQUÍ, anulaba la doctrina MAD de destrucción mutua asegurada que había estado más mal que bien proporcionando paz mundial durante años una vez más el mundo se embarcó en una nueva carrera armamentística de inciertas consecuencias, carrera que entre otras cosas parecía que se iba a llevar por delante los principios del Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre. Este tratado, cuyo nombre completo en realidad es "Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes" (me permitiréis que use el nombre corto) fue originalmente firmado en Enero de 1967 por representantes de los EEUU, la URSS y el Reino Unido y en su interior se sientan las bases del derecho internacional a aplicar en el espacio exterior. Los dos artículos más importantes del tratado especifican que ningún país podrá apropiarse de otros cuerpos celestes (incluida, por supuesto, la Luna) y que queda completamente prohibida la militarización del espacio en forma de colocación de armas nucleares en la órbita de la tierra o de establecimiento de bases militares o polígonos de pruebas en, por ejemplo, nuestro pequeño y azulado satélite.

Si la miras fijamente puedes escuchar los laseres. Imagen USAF
Con objeto de no quedarse atrás y de equilibrar la balanza los soviéticos se vieron forzados a lanzar sus propios programas de guerra espacial y desarrollaron al margen de láseres y misiles de todo tipo y condición varias soluciones espaciales de aniquilamiento del enemigo. No es objeto de esta entrada hablar de transbordadores, orbitadores espaciales y derivados ya que eso ya lo abordaré pronto en otra serie de entradas especialmente dedicadas al tema. Así de entre todas las soluciones más o menos realistas desarrolladas por los soviéticos para combatir al enemigo imperialista en el espacio me gustaría resaltar las siguientes por representativas:


A hombros de gigante. Autor desconocido aunque ya te digo yo que tenía mano en el KGB
  • La estación de combate Polyus (realmente denominada Skif , el nombre Polyus en realidad era una tapadera para camuflar sus maleficas intenciones de experimento espacial) cuya maqueta intentó subir a lo más alto a lomos del lanzador Energía y fracasó en su intento de alcanzar su órbita cayendo al fondo del océano desde donde en más de una ocasión se plantearon sacarla los norteamericanos. La estación Polyus teoricamente podía estar tripulada o funcionar de forma autónoma y entre su panoplia de juguetitos contaba con sistemas de distracción similares al chaff and flare, minas nucleares, capacidad para soltar cabezas nucleares en cualquier lugar y un potente láser para destruir satélites a su paso el cual funcionaba en conjunción con un sistema antiretroceso para tener estabilizada la nave... un invento muy completito como podéis apreciar. Sobre su historia y sobre la de algún diseño norteamericano del mismo corte podéis leerla en ESTA completa entrada de Daniel Marín y si lo que queréis es contemplar algunas buenas fotos de su lanzamiento a lomos del gigantesco cohete Energía podéis pasaros por AQUÍ.
Almaz. Ciudad Futura
  • Las estaciones espías de combate Almaz equipadas con un cañón de 30 mm similar al que va montado en la cola del Tupolev Tu-22 diseñado para destrozar a supuestos cotillas que se acercasen a perturbar sus observaciones también tenían su aquel. Este cañón podía disparar hasta 2.600 rondas disparos por minuto y los proyectiles salían a una velocidad relativa respecto a la estación de 850 m/s. El cañón pudo probarse con éxito siendo disparado de forma remota contra un satélite aunque algunos especulan con que el retroceso causado pudo perturbar la órbita de la estación Almaz provocando que terminase por caer. Por otra parte el cañón estaba sobre una montura fija luego era necesario girar completamente la estación antes de disparar... vamos, un poco follón. Podéis leer toda la historia sobre esta estación en ESTA entrada redactada por Daniel Marín y Paco Arnau.
Satélite ruso en un fotograma de la película Space Cowboys
  • y el Sistema de bombardeo orbital fraccional. Una suerte de ICBM orbital soviético similar conceptualmente hablando al que aparece retratado en la película Space Cowboys que tras ser lanzado tenía por objeto alcanzar la órbita baja y quedarse ahí dando vueltas de manera indefinida alrededor de la Tierra en espera de recibir una orden para efectuar la reentrada proporcionando de esta manera un sistema de armas nucleares en el espacio con capacidad para golpear en cualquier lugar de la tierra... un sistema que se pudo probar con éxito cuando los soviéticos pusieron un vehículo sin cabeza nuclear en órbita pasando de esta manera de refilón junto al Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre ya que este no prohibía en el espacio los vehículos que pudieran portar cabezas nucleares. 
A los EEUU les llevó más de diez años descubrir que la tecnología de la época no iba a permitirles desarrollar los sistemas necesarios para acabar con la amenaza nuclear tal y como ellos deseaban, entre ellos militarizar el espacio, por lo que poco a poco la SDI fue enfilando camino el matadero, algo que terminó de ocurrir cuando a la URSS le dio por colapsar (frase nunca dicha en este blog) llevándose por delante el propio SDI soviético. 


Sobre el papel todo luce muy bonito... luego hay que hacerlo. Captura de Star Wars
Se supone que tal esfuerzo bélico y económico tuvo su lado positivo. Entre las supuestas bondades del fiasco de la SDI que nos puso al borde del conflicto nuclear se suele decir que supuso una inversión en I+D significativa en campos tan importantes como laseres, railguns, misilística y espacio. La mayoría de estos avances no tendrán un reflejo en tus rutinas diarias pero poco importa. También se comenta que el desarrollo de la SDI obligó a la URSS a hacer un sobreesfuerzo económico que no se podía permitir lo que de alguna manera ayudó a su posterior colapso. Y por último se habla que la presión de la aniquilación nuclear llevó a ambas superpotencias a firmar acuerdos como el Tratado de reducción de los arsenales nucleares de rango alcance corto e intermedio lo cual quieras que no es cosa buena... en fin, sea como fuere tras el colapso del SDI y de la URSS el mundo por fin se convirtió en un lugar mucho más seguro en el que los pequeños ponys pastaban a sus anchas, el caramelo brotaba de las fuentes y el espacio seguía siendo un lugar libre de armas. 

Fin del episodio I

6 comentarios:

  1. Veo acercarse otra interesante saga en el horizonte.

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  2. Muy buenas. Como dice Daniel Alonso "otra interesante saga en el horizonte".
    Te comentaré una pijada si me lo permites.
    Donde dices: "Este cañón podía disparar hasta 2.600 rondas por minuto y los proyectiles salían a una velocidad relativa respecto a la estación..." queda más correcto hablar de disparos por minuto. Quiero creer que lo habrás traducido más o menos literal del "round" que suele leerse en ingles. Pero como digo sólo es una pijada. Otro interesante artículo que sigue en tu línea. Muchas gracias

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  3. Ja ja,pillo sitio para la nueva saga.Los que crecimos en los ochenta nos acordamos muy bien del SDI.Como olvidarse de los reportajes sobre el tema en algunas revistas y coleccionables.
    Por cierto no entiendo porque traducir range por rango.Queda horroroso.Lo lógico es usar el término alcance.
    Un saludo.

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  4. no os lo vais a creer pero esto es solo una entrada que tuve que dividir... un señuelo para probar la conexión :-)

    poco después viene la saga de verdad, la de verdad de la güena que durará un tiempo, mis vacaciones bsicamente!


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  5. Se esperan impacientemente más entradas en esta línea. Se agradecen también infinitamente los enlaces a páginas tan interesantes como el blog de Daniel Marín o Ciudad Futura.

    Muy bueno eso del "actor de medio pelo", porque eso es lo que era exactamente ese figurín: un actor de medio pelo interpretando el personaje grandilocuente de "all-american-hero" para el que le contrataron. Lo siento por los que quieran creer que en su cabecita bien poblada de pelo había un discurso elaborado o una teoría política con enjundia, aunque los que lo manejaban desde detrás de la cortina sí sabían bien lo que hacían...

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  6. Corregidos los rangos y las rondas... cada día me cuesta más el spanglish...

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