Star Wars Episodio III: La amenaza fantasma

Satélite Kondor vía Daniel Marin

Las sanciones impuestas a Rusia con motivo de su velada participación en el conflicto de Ucrania han provocado, según parece, que  la Federación Rusa se acerque cada vez más a China. Así en Febrero de este mismo año la República Popular China y la Federación Rusa firmaron un acuerdo en materia de cooperación en un campo tan estratégico desde el punto de vista militar como el relacionado con la navegación por satélite (Glonass y Beidou) y ya hay evidencias que muestran que tal vez algo gordo se esté cocinando en la trastienda en campos tan sensibles como la guerra espacial. Así el 27 de Junio de 2013 un lanzador Strela con el primer satélite ruso equipado con un radar de apertura sintética, el denominado satélite Kondor, salía al espacio a probar sus capacidades. Curiosamente según se pudo analizar con posterioridad las maniobras llevadas a cabo por el satélite Kondor durante su misión fueron exactamente las mismas que las llevadas a cabo 6 meses antes por el satélite chino Huanjing-1C, el cual paradojicamente también iba equipado con un radar construido con ayuda de los rusos, realizando ambos similares maniobras de descenso en momento concretos de la misión... algo así como si hubieran sincronizado los lanzamientos lo cual podría indicar que tal vez chinos y rusos se hayan embarcado en algo más que una colaboración puntual, una información de la que encontraréis todos los detalles en ESTA entrada de Russian Space Web.

Rokot preparado para lanzarse con su invitado secreto. Foto vía Charly015

Pero al margen de estas cooperaciones parece que algo más se está gestando en el espacio... el 3 de Noviembre de 2014 un cohete Rokot-KM (más detalles sobre este cohete AQUÍ y con más enjundia en la segunda parte de ESTE artículo) despegaba desde el cosmódromo de Plesetsk para poner en órbita los tres satélites de comunicaciones militares que habían sido declarados más una cuarta carga del que nadie sabía nada y que se denominó Kosmos-2499... lo que ya termino de encender todas las alarmas fue observar como el objeto en cuestión era capaz de maniobrar y variar sus órbitas a su antojo lo cual dejaba claro que contaba con sistemas de propulsión y que era capaz de acercarse a otros satélites, es más, se dice que estuvo realizando maniobras de rendezvous ("encuentro" o "cita" en francés) con la etapa superior del Rokot-KM demostrando así sus capacidades de acercarse a un objetivo con solo Putin sabe que intenciones. Bueno, pero es que esto no queda aquí. Luego nos enteramos que no es el único satélite maniobrable que tiene Rusia en el espacio ya que con anterioridad había lanzado otro objeto denominado Kosmos-2491 que como no se había movido no había llamado del todo la atención y que andaba por ahí en modo standby... es más, el 31 de Marzo de este mismo año Rusia mandaba otro Rokot-KM al espacio cargado con otro satélite más de este tipo (y ya son tres que se sepa) denominado Kosmos-2504 lo que no hace más que aumentar las especulaciones sobre el propósito de estas misiones y el tipo de propulsión que usan lo cual parece un auténtico misterio dada las capacidades que demuestran. Y como era de esperar de los rusos declaraciones al respecto ni hay ni se las espera. En fin, si queréis leer toda la historia de estos satélites con todo lujo de detalles Daniel Marín nos lo narra con absoluto conocimiento (no como yo que solo hablo de oídas) AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ.

Diagrama de un posible satélite maniobrable chino. Imagen de 9ifly.cn vía Daniel Marin

Los chinos por su parte no parece que estén haciendo algo muy distinto a los rusos para acongoje del personal. Según explica ESTE artículo los chinos siguiendo una maniobra similar a la de los rusos pusieron en órbita de manera poco publicitada distintos satélites que han estado "despertando de su letargo" para realizar cambios de órbita y distintas operaciones de acercamiento entre ellos. De hecho según parece uno de ellos cuenta con un brazo robótico para atrapar otros satélites... vamos, que ahí arriba últimamente está habiendo muchas pero que muchas novedades. 

X-37B. Foto USAF

Pero como en todo juego a esta nueva partida de acercarme a tu satélite y espiar también juegan los norteamericanos los cuales llevan jugando a este juego desde 1990 cuando un objeto sin identificar se alejaba del transbordador espacial Atlantis sin mayor explicación y continúan haciéndolo hoy en día por ejemplo cuando en Julio de 2014 lanzaron dos satélites militares GSSAP destinados a inspeccionar terceros satélites... y bueno, eso por no hablar de los vehículos orbitales de pruebas denominados Boeing X-37B. Una suerte de minitransbordadores espaciales sin tripular que salen ahí fuera a hacer quien sabe qué para después volver a tierra 16 meses después desde quien sabe donde... muchos son los que afirman que solo se trata de un vehículo normal de espionaje mientras otros afirman que podría servir para colocar armas en el espacio o para espiar otros satélites...

Star Wars era una hoja de ruta. Pantallazo de StarWars

En fin, sirvan estas tres entradas para dar una visión más o menos general de la clase de cosas que se están cociendo en el espacio y de las que no nos enteramos mucho (no nos enteramos ni de lo que sucede en Ucrania como para enterarnos de lo que ocurre en el espacio exterior...). Un conflicto este del espacio que al igual que el conflicto que se está llevando a cabo de forma poco publicitada en el ártico (del que ya hablaremos en su momento si los vikingos me dejan) estoy seguro que dará muchísimo que hablar en los años venideros. Igual que el SDI y su contrapartida fracasaron ya que la tecnología no estaba lo suficientemente madura hoy en día esa tecnología permite crear los sistemas que el SDI tenía en mente lo cual me lleva a pensar que estamos inmersos en una nueva carrera militar en lo que al espacio se refiere de la que no mucha gente es consciente. Las capacidades de comunicación, de captación de la información y el intercambio de esta entre los distintos elementos que componen un ejército supone hoy en día la espina dorsal sobre la que se articula buena parte de la defensa de las grandes potencias y buena parte de estas capacidades residen en los satélites que cada país tiene en órbita. La posición en el espacio  exterior de estos satélites les ha proporcionado hasta ahora una seguridad que cada vez está más comprometida como podéis ver abriendo así la puerta a nuevas amenazas y retos. Si no se llega a acuerdos globales la militarización a gran escala del espacio, algo que como podéis ver ya se está produciendo, va a ser algo completamente inevitable. El tiempo dará o quitará razones.

FIN