Северная Грива es el nombre de una aldea que se encuentra en la frontera entre la región de Moscú y la de su vecina Vladimir y cuyo nombre al castellano podríamos traducir algo así como "La Cabellera del Norte", nombre que toma de las crestas de unas colinas que se encuentran un poco más al norte. El pueblo, una granja colectiva prácticamente abandonada en la que viven en la actualidad no más de 130 personas, vivía de la extracción de turba cuando esta se usaba como combustible (las turberas se pueden apreciar a vista de pájaro rodeando el pueblo). El residente más populaer del pueblo responde al nombre de Mikhail Korshunov, más conocido como "el tío Misha", una suerte de artista y benefactor del pueblo que lo mismo construye una pista para que los niños jueguen en invierno tirándose en trineo (mismo si las autoridades se atribuyeron la obra a posteriori) o te decora el pueblo. Todo sea por no aburrirse en un día a día, el de su vida, que aparentemente sucede sin ninguna labor especial asociada. La visita que realizó Macos AQUÍ revela la vida de este campesino que decidió quedarse en su pueblo y que a veces, cuando le da por ahí, pasea por el pueblo en el viejo Renault de 1932 que su abuelo se trajo del frente tras la Gran Guerra Patria como trofeo de guerra y en pago a los servicios prestados. Renault que ha sido tuneado a lo largo de estos años por ejemplo cuando se le puso el motor de un Volga y que aun anda. Una historia de esas sin más pretensiones pero con mucha humanidad que esconde Rusia en la profundidad de sus bosques.
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