Talgo sobre hielo

Estación de las Delicias. Foto Barcex

La semana pasada me cogí el tren de cercanías con los niños y me bajé en la madrileña estación de Delicias para visitar el Museo del Ferrocarril para gloria y regocijo de la vikingada la cual festejó el viaje en tren y la posterior visita al Museo con sonora algarabía para menor regocijo de los viajeros y visitantes. El Museo se encuentra situado en la antigua estación ferroviaria de Delicias, un precioso edificio de ladrillo visto, hierro y cristal de esos que se construían antes con el firme propósito de durar generaciones y que estuvo operativa entre 1880 y 1969. 

Foto Miguel de Rusadas

Si por mi bendita y sonora descendencia hubiera sido no habríamos salido en todo el día de la sala de modelismo ferroviario donde algunos (aparentemente) voluntarios se afanaban en construir diversas maquetas. 

Foto Miguel de Rusadas

Gracias a Dios gracias a una elaborada maniobra de distracción conseguí despistarlos y sacarlos a pasear por los andenes donde pudimos ver los hermanos mayores de los trenes de modelismo. 

Foto Miguel de Rusadas

De sus piezas llama especialmente la atención la fantástica locomotora Mikado superior (llevaba la cámara de bolsillo, de ahí la lamentable calidad) seccionada y pintada en colores que explica de un solo vistazo de manera perfecta el sencillo y a la vez fascinante funcionamiento de las máquinas de vapor. 

Foto Miguel de Rusadas

Aunque solo sea por ver esta locomotora ya merece la pena de visita. Todo sea dicho a mis pequeños acompañantes la locomotora no les pareció nada reseñable y pasaron frente a sus tripas diseccionadas y coloreadas como quien ve llover. Ni caso.

Coche-Cafetería. Foto Miguel de Rusadas

Tras parar en el estupendo coche-salón WR-3569 a tomar un refrigerio de lo más auténtico entre cigüeñas y tucanes de marquetería y apaciguar los ánimos destructivos re-emprendimos la visita con fuerzas renovadas, una visita que nada más bajar la escalerilla del coche nos llevaría a visitar el interior del Talgo II impulsado por la locomotora Virgen de Aranzazu. El Talgo II fue la primera serie en prestar servicio del celebre Tren Articulado Ligero Goicoechea Oriol y fue fabricado en Estados Unidos en 1945.

 Foto Miguel de Rusadas

La verdad es que el coche de pasajeros da gusto, mide al menos dos metros de altura y el coche de cola con su mirador posterior es simplemente espectacular, eso sin contar la comodidad y amplitud de sus asientos. Un lujazo. 

Niño a la fuga en Talgo II. Foto Miguel de Rusadas

Yo la primera vez que senté mis posaderas en un Talgo fue para ir en solitario de San Sebastián a Madrid cuando aun era un niño calculo que a finales de la década de los 80. El modelo era un Talgo III y ese viaje duró lo que no está en los escritos. A saber lo que hubiera tardado de no ir en Talgo, quizás estaría aun escribiendo este artículo desde el tren.

Foto Russos

¿A que viene la historia de la abuela esta que os estoy contando? bueno, la historia viene a cuento de que el Talgo, no el Talgo II, es un tren que se ha vendido particularmente bien en países del antiguo bloque soviético como Kazajistán (donde varios Talgo 9 prestan servicio), Uzbekistán (varios ejemplares de Talgo 7) y la Federación Rusa.

Foto Russos

Y es que es precisamente en Rusia donde precisamente hace unos días se presentó en sociedad de estrangis el Talgo 9 mientras pasaban las pruebas en las exigentes condiciones de servicio rusas cubriendo la ruta Moscú-Nizhny Novgorod y que podéis consultar en detalle en el blog de Periskop AQUÍ y en el de Russos AQUÍ.

¡Esa pueeeeeerta! Foto Periskop

El convoy lo componían nueve coches de clase turista, dos de clase Business, y cinco "Gran Clase" además del coche-restaurante (desde donde se monitoreaban los sensores), el coche-bar y un par de vagones para prestar soporte en caso de pasar por líneas no electrificadas, todos ellos impulsados por una locomotora de fabricación rusa EP20. Atención especial merecen los folios en castellano pegados con celofán en las paredes de los vagones...

Foto Russos

En las imágenes se pueden ver numerosos trabajadores españoles de "Тальго" desplazados a Rusia realizado medidas y comprobaciones y apreciar como en el mundo ferroviario al igual que en el aeronáutico los pasajeros se sustituyen por bidones de arena (o agua) para añadir peso a la estructura. 

Foto Russos

Los Talgo 9 rusos están destinados, si todo sigue el curso previsto, a unir Moscú con Berlín, con Nizhny Novgorod y tal vez con Kiev si baja la tensión en la zona. Desde luego tres rutas bastante importantes que van a tener su pequeño sello de ingeniería española, hecho relevante más aun si tenemos en cuenta la gigantesca importancia histórica y social que tiene el tema del ferrocarril en la Federación Rusa. Y bueno, ya que estamos hablando de trenes con españoles recorriendo la Federación Rusa  que mejor manera de terminar que con el mítico chiste de Eugenio del andaluz y el ruso atravesando Rusia en tren: