Que no es por no escribir...

Foto Miguel de Rusadas.com

... si historias hay de sobra, entendedme, pero que no me dejan contarlas....

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...  es que cuando saco un momentito para poder escribir algo...

Pueblen ferien. Foto Miguel de Rusadas.com

... pues siempre viene alguien y con malas artes te convence para que salgas de la cueva y te tomes algo...

La Hofbrauhaus, pero no la de los discursos de Hitler. Foto Miguel de Rusadas.com

... pero vamos, que no falla. Y además ese algo siempre suele ser de color ámbar y espumoso en jarra...

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... de todas formas como dijo aquel "allá donde fueres haz lo que vieres"... 

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... y bueno, allá donde me llevaron todo el mundo bebía cerveza, comía pollo y pan en forma de lacito y se dejaban llevar... 

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... no voy a decir que yo sea un gran fan de la Oktoberfest, hombre, que si hay que ir se va pero ir pa ná es tontería...

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... es otra escala, lo reconozco. Pero en esa escala también van de la mano los precios (cerca de 11 euros el litro de cerveza este año) y la masificación (unas 10.000 almas en la tienda que nos ocupa)...

Aloisius, el angel que solo quería beber cerveza. Su leyenda AQUÍ. Miguel de Rusadas.com

No obstante hay que reconocerle a la Oktoberfest que es la fiesta de la cerveza por antonomasia y por tanto, al igual que ocurre con Las Vegas, al menos hay que ir una vez en la vida.

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Lo que cabe reseñar que si lo que se quiere es disfrutar de un buen Maß con amigos es que Alemania está plagada de ferias como al de la Oktoberfest solo que mucho más accesibles y baratas... aunque por supuesto no tan espectaculares como la celebrada en Minga. Estas responden al nombre de Volksfest, Frühlingsfest, Bürgerfest, Herbstvolksfest, Maifest,Wiesenfest o cualquier otra combinación de algo + fest... 

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En fin. La Oktoberfest tiene multitud de curiosidades de esas que dan para entrada diaria durante meses. Desde el cuidadoso control de la música que hace que la tienda llegue al clímax justo antes de echar la persiana a toda prisa a las 22:30 hasta la curiosa división de las mesas entre los camareros/as y el cálculo de sus propinas para que te sigan atendiendo (los cuales son todos autónomos y compran la cerveza a la tienda para luego hacer cuentas) pasando por las técnicas de control de masas de los servicios de seguridad, por la ingeniería que hay debajo de la tienda en forma de cervezaducto encargado de proporcionar cerveza en tiempo y forma a los miles de personas de la tienda o por la manera en la que las tiendas obtienen permiso para establecerse en el Theresenwiese.

Party is over. Foto Miguel de Rusadas.com

No encontraréis nada de esto en la entrada de hoy. Son historias que me guardo para entre litro y litro amenizar la jornada de los incautos que me llevan de cervezas... ¿de que os creíais que vivía?