jueves, 30 de julio de 2015

Déjate llevar...

Vía Trinixy
Me meto como hago todos los días en Trinixy y contemplo ESTA estupenda entrada dedicada a la visita que está realizando el entrañable ciudadano ruso Gerard Depardieu a la igualmente entrañable Bielorrusia. Durante dicha visita y tras una reunión con el zar Alexander Lukashenko en relación a temas de arte según parece salió a la palestra el tema de la necesidad de defender la agricultura ante lo cual el bueno de Alexander (extrañamente Kolya no sale en ninguna foto) decide espontáneamente coger al francés... digo al ruso, y llevárselo a practicar el noble arte de la siega con guadaña la cual podría ser considerada deporte olímpico dicho sea de paso. La foto superior con Alexander guiando paternalmente las manos de Gerard me ha recordado inmediatamente a la típica escena de Ghost o de chico enseñando a chica a jugar al billar que todos sabemos como empieza y como acaba lo cual me ha hecho esbozar una sonrisa de tres segundos largos. De su visita a Bielorrusia Depardieu ha dicho que es un país estupendo, que está todo limpio, seguro, que Alexander es como un padre para todos y que más le gustaría a la Europa que llamamos civilizada parecerse a semejante vergel el cual el solo se atreve a comparar con Suiza. Al parecer según comentan en Bielorrusia hay una especie de ley de vagos y maleantes que obliga a la gente a trabajar y la inmigración está ultracontrolada con lo que los casos de barrios perifericos ardiendo como ocurre en Francia son ciencia ficción. No voy a venir a hablar de política ya que aquí como sabéis de eso no se estila y a pesar de la fantástica propuesta de JL-J aun no he creado el "banco malo" de Rusadas por lo que hoy tampoco me saltaré la regla. Simplemente comentaré, a modo de reflexión tras leer las declaraciones de Gerard,  lo que comentó un buen amigo una noche de cervezas en la localidad de Uppsala
"El mejor estado de gobierno es, contrariamente a lo que la mayoría de la gente piensa, la dictadura... siempre y cuando el dictador sea un personaje sabio, con criterio y benevolente, lo cual he de reconocer que suena a oxímoron"
En fin, antes de opinar habrá que coger el coche y pasarse a conocer Bielorrusia un fin de semana para poder opinar con conocimiento de causa.


4 comentarios:

  1. ¡Se me saltan las lágrimas!, nunca nadie había dicho de una propuesta mía que fuera FANTÁSTICA.
    ¡ Cпасибо, друг!

    :)
    :)

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  2. A veces, reflexionando largamente sobre la política, he llegado a conclusiones parecidas a las de tu amigo. También sobre la necesidad de que se hubiese de hacer algún mérito para alcanzar el "status de ciudadanía", la absurdidad del lema "un hombre, un voto", y otras cosas por el estilo... cosas, en fin, que no se pueden comentar en voz alta con casi nadie porque ya sabéis que lo menos que te llaman es algo que rima con "dacha", si antes no han intentado clavarte una estaca de madera progresista en el corazón.
    Son solo reflexiones que, además, la mayoría de las veces conducen a un callejón sin salida (¿qué autoridad otorgaría esos derechos?, ¿según qué criterios?...). Dicho lo cual, y más intuitivamente que otra cosa, prefiero Suiza a Bielorrusia, y el Depardieu que me hizo llorar con su "Cyrano de Bergerac" al que lleva ya tiempo abochornando a la Europa del mundo libre.
    Saludos andaluces para todos.

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  3. Me encanta tu ibérico sentido del humor, un poco a lo "Gran Wyoming". Que se pueden decir cosas serias sin perder la gracia

    Un gran saludo desde Buenos Aires

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  4. Farragoso tema el de qué tipo de gobierno sería el más conveniente. Casi tanto como el de qué alineación sería mejor para la selección de fútbol...

    Y en España, ya se sabe: 46 millones de seleccionadores y 46 millones de expertos en política y gobernación.

    Eso del dictador sabio y benevolente ya lo teorizaba Confucio en lo que ahora es China hace unos dos milenios y medio.

    Yo tengo mis opiniones (que no son para nada firmes del todo, aunque intento solidificarlas en lo posible con informaciones y cultura), pero, dado que el banco malo no está en funcionamiento las reservo para una de esas noches de cerveza y tertulia.

    Me conformaré con una única observación: casi todo el mundo se cree (nos creemos) razonablemente sabios y benevolentes, pero ¿lo somos?.

    De Depardieu, qué decir. El exceso hecho (mucha) carne. La verdad es que es divertido seguir sus pasos, aunque también da un poco de lástima.

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