domingo, 10 de marzo de 2013

Vacaciones en el mar a bordo de un barco fantasma ruso

Lyubov Orlova. Foto Lilpop,Rau&Loewenstein
El barco que podéis ver abriendo la entrada de hoy responde al nombre de Lyubov Orlova. Botado en 1976 en la soviética Vladivostok el Orlova ha estado surcando durante todos estos años los 7 mares como crucero de recreo. Tras pasar en varias ocasiones por el taller de chapa y pintura mejorando sus prestaciones el Orlova, como buen hijo de la Unión Soviética que era, se especializó en la realización cruceros árticos y antárticos que, conociendo como se las gastan los que venden los billetes de este tipo de viajes, seguro que se tradujeron en pingües beneficios para sus propietarios. En Septiembre de 2010 el Lyubov Orlova fue retenido en San Juan de Terranova, Canadá, debido a unas deudas acumuladas de más de 250.000 dolares que tenían los armadores del barco con una agencia de viajes que lo contrató para un crucero y que tuvo que hacer frente a costosas reclamaciones debido a que problemas en el barco le imposibilitaron llevarlo a cabo. Tras este suceso y con una tripulación más de 6 meses sin cobrar al final la historia acabó como suelen acabar este tipo de situaciones, el barco acabó siendo vendido y tras un par de operaciones acabó siendo remolcado con destino a la República Dominicana para pasar sus últimos días en las cálidas playas tropicales antes de ser desguazado por un chatarrero tuerca a tuerca y tornillo a tornillo. No obstante no parece que la idea de ser completamente reducido a cenizas formase parte del plan de este veterano de los mares árticos acostumbrado a toda clase de  aventuras marinas extremas. 

Retenido en Terranova. Foto Dan Conlin
Justo un día antes de emprender su viaje sin retorno el Orlova, cobijado bajo vientos de más de 35 kilómetros por hora y bajo la protección de olas de más de 3 metros, decidió romper amarras de la isla canadiense de Terranova y poner rumbo a destinos más exóticos. Poco pudieron hacer las autoridades y encargados de remolcarlo para capturarlo de nuevo, el Orlova había tomado la decisión de irse y nada pudo impedírselo. Con la certeza de que el Orlova no representaba ningún peligro para las plataformas petrolíferas canadienses estos se desentendieron del tema y dijeron adiós con la manita al viejo barco, ahora "fantasma", ruso. El caso es que por mucho que cueste creerlo el crucero ruso Lyubov Orlova se ha tirado más de un mes navegando por los mares del Norte del Atlántico sin que absolutamente nadie tuviera la más mínima idea de donde se encontraba hasta que los satélites espía de los EEUU lo localizaron el pasado 23 de Febrero a 1.300 millas náuticas al Oeste de Irlanda. Los Islandeses parece que constataron la presencia del buque cerca de sus costas y reportaron igualmente que el buque se encontraba completamente lleno de ratas antes de volver a perderle la pista. Pues bien, a día de hoy poco se sabe de este crucero, los islandeses dicen que el pasado 1 de Marzo recibieron una llamada de emergencia proveniente de las balizas de emergencia del barco, las cuales solo se activan cuando el aparato en cuestión entra en contacto con el agua, algo que vendría a indicar que tal vez el barco haya decidido hacer inmersión... a no ser que las ratas hayan "hackeado" el sistema y quieran mosquear al personal... o peor aun... a no ser que alguien se encuentre en su interior... en fin, en vuestras manos dejo la parte relativa a los posibles sucesos. Mientras tanto seguiré atento a ver si alguien dice algo de este barco fantasma de 90 metros de largo que ha viajado a su voluntad desde Canadá hasta casi Europa.


5 comentarios:

  1. Entonces si este barco está abandonado, ¿ alguien podría subir a él y quedárselo ?

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  2. A que llega a Rusia de vuelta

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  3. Acorde a la Ley Marítima Internacional, el que se encuentre un buque abandonado en altamar lo aborde y pueda tripularlo puede reclamarlo.

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    1. Éso ya no es del todo correcto, creo recordar que la ley se modificó por culpa de ciertos personajes de un par de empresas remolcadoras holandesas que se dedicaron en varias ocasiones a "hacer que una tripulación abandone un barco averiado" al estilo Sean Conery en "La caza del Octubre Rojo" pero sin radiación por medio jejeje. Ésto mosqueó a la marina mercante de medio planeta y se modificó la ley marítima a ese respecto, lo que no recuerdo es en qué consisten exactamente las modificaciones pero que recordar que en su mayoría se basan en el sistema de reconocimiento de coches por medio del número de bastidor y recurrencia a su último propietario. Si bien todo esto recuerdo (esto si que si) que la modificación depende de la reclamación de dicho propietario. Así que si encuentras un buque abandonado en aguas internacionales y tienes capacidad de tripularlo pudes reclamarlo SIEMPRE Y CUANDO no seas interceptado por fuerzas de seguridad o autoridades antes de ponerlo a tu nombre y su legítimo dueño no lo reclame.

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  4. Ahorita mismo salgo a buscar ese barco. Me dejara un dinerito. Por lo menos lo podría usar para hacer un casino flotante. Como tu gran post de los chinitos

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