El arte de la guerra (0): Prefacio

Foto Miguel

Dado que estamos en verano y he pasado por un invierno más largo y oscuro de lo deseable me voy a tomar próximamente unos días para disfrutar de la familia, los amigos y el sol. Este verano se torna más clásico que los anteriores y en vez de visitar restos de la Guerra Fría me voy a centrar en visitar vestigios de la vieja Roma al tiempo que disfruto del mar azul y de la gastronomía de lejanas tierras mediterráneas en unas visitas que he seleccionado y que se me antojan muy sugerentes. 

Foto Miguel

Los días que tengo para mi mismo me dejaré llevar por las sugerencias de mi recién adquirida guía de Lonely Planet y no me pienso marcar una agenda extremadamente estricta mientras que los que me tocan en familia me centraré en desconectar un poco y disfrutar de los míos, algo que necesito.

Foto Miguel

No obstante como vosotros también sois en cierta manera "de los míos" no os creáis que os voy a abandonar en la cuneta al estilo del desalmado ese del anuncio de la DGT que abandona a su perro en la autopista... no, ¡o al menos no por ahora!

Foto Miguel

Recuerdo como antes los periódicos (al menos cuando llegaba el verano), aprovechando que muchos periodistas de la plantilla se iban de vacaciones relajaban su oferta informativa y ofrecían secciones literarias con relatos de verano para leer a la sombra de una sombrilla en la playa con una sangría llena de cubitos de hielo en la mano. Pues bien, con una idea similar en mente hace ya unos meses me puse a redactar un artículo veraniego en el que concentrar algunas historias y pensamientos que había estado leyendo durante este último tiempo para ir publicándolo a capítulos mediante el Sistema de la Mano Muerta.

Atención: aviones. Foto Miguel

La historia en cuestión se titula "El Arte de la Guerra" y espero que la disfrutéis al menos de la misma manera que yo he disfrutado escribiéndola. En ella veremos israelíes, soviéticos, egipcios, polacos, norteamericanos, alemanes y checos. Volaremos sobre Vietnam, robaremos misiles en el maletero de un coche y acogeremos a espontáneos visitantes con cheques en la mano al tiempo que nos adentraremos en áreas ;secretas o estudiaremos cartas de navegación aéreas. Desde ya os aviso que es de temática militar, y que en ella salen muchos aviones, si esperáis ver vídeos grabados desde un parabrisas de coches dándose tortas en Siberia esta no es vuestra saga. El propósito de "El Arte de la Guerra" es un poco articular en torno al mismo concepto diversas historias sin apenas conexión sobre las que he ido leyendo de un tiempo a esta parte, una especie de totum revolutum que nació de mi cabeza como un torrente tras leer cientos de páginas, blogs y foros asimilando distintos historias e ideas. Las fuentes que han inspirado la historia son innumerables e intento más o menos citarlas en la medida de lo posible. Dichas fuentes no son oficiales y por supuesto mucho de lo expuesto en esta historia, como en todo el blog dado que el que aquí publica es un tipo que no conoce nada de esto de primera mano, puede ser falso y simplemente no tener ni pies ni cabeza... digamos que escribiéndola me he entretenido y he decidido publicarla en mi blog personal. Avisados quedáis.

Foto Miguel

Dada su propia naturaleza "El Arte de la Guerra" tendrá derecho a cajita en la barra de la derecha donde compartirá espacio con otras historias como "la Saga de Suecia", "La completa fabulosa historia del Shi Lang, Varyag o Riga"  o la de "Mis Viajes por Alemania". Por cierto, a diferencia de la saga de Alemania o de Suecia esta historia no quedará abierta, comienza hoy y desde hoy ya tiene fecha de finalización así que su final no dependerá de si voy a tal sitio o de si tengo tiempo para redactar tal entrada. Otro dato de interés: dejaré la Mano Muerta para que la vaya publicando cada día a las 00:00 hora central europea.

Fuego a discrección. Foto Miguel

Yo por mi parte, con la satisfacción del trabajo bien hecho termino esta frase, le doy a publicar y me voy de vacaciones... por cierto, no os penséis que no os voy a tener vigilados... ya me he asegurado de tener wifi allá donde voy por si os desmandais ¡nos vemos en los comentarios y espero que disfrutéis de la lectura! 

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Miguel