sábado, 9 de noviembre de 2013

El LHC soviético

Gráfico del primer acelerador vía NikolaNBC
La ciudad de Protvino fue fundada en 1960 en ausencia de toda pompa ya que entre otras cosas su nacimiento fue un poco, digamos, clandestino. Situada a escasos 100km de Moscú el problema de Protvino fue que la tocó nacer bajo el condicionante de ser una "ciudad cerrada", esto es: sin código postal, sin señalizaciones para llegar a ella, sin un lugar en el mapa y custodiada de tal forma que entrar en ella solo estaba permitido a aquellas personas que contasen con un pase especial. ¿Pero que tenía Protvino para ser tan especial y secreta? fácil, Protvino estaba destinada a albergar el que sería el mayor acelerador de partículas de su época, lo que hoy podríamos llamar el que fue el LHC soviético, y no nos referimos al de Nikolai Polissky del que hablé hace muchísimo tiempo AQUÍ sino uno de verdad de la buena.  Un primer acelerador de protones fue construido en 1967 y pronto la comunidad científica residente no tardó en demandar algo más potente para meter más chicha a sus experimentos. Así es como nació la idea de construir un anillo acelerador de protones gigante bautizado como UNK que fuera capaz de alcanzar los 3.000 Gev con un total de 26 kilómetros de diámetro (recordemos que el LHC de Ginebra tiene 27 kilómetros) siendo el diámetro interior del túnel de 5 metros. Los trabajos de creación del acelerador comenzaron en 1983 y su construcción se produjo a una profundidad de entre 20 y 60 metros mientras que varias salas para albergar el numeroso material fueron habilitadas a cada kilómetro siendo accesibles estas desde la superficie gracias a enormes túneles verticales. Las obras según cuentan avanzaron a unos 50 metros diarios. Según parece los obreros debieron de usar la misma maquinaria que se usaba en Rusia para la construcción del suburbano, razón por la cual el anillo recuerda tanto al metro. Después vino la caída de la Unión Soviética, la crisis y el proyecto fue finalmente cancelado... todo un clásico. Hoy en día se estima que el gobierno ruso se gasta más de un millón de euros anuales en bombear agua fuera de los túneles sobre los que se asienta la ciudad de ProtvinoA pesar de estar abandonado parece que el anillo es todavía accesible al menos por aquellos que gustan de emociones fuertes. Si queréis visitar las calles de la antigua "ciudad cerrada" os recomiendo ESTA entrada de Darriuss y si lo que queréis es saltaros la ley y entrar en el corazón del acelerador podéis hacerlo virtualmente a través de ESTA entrada de 707 o de ESTA otra de NikolaNBC . Y tened cuidado que no os echen el guante encima.


4 comentarios:

  1. ¿y estando hechos los tuneles no habria sido mas varato terminar este acelerador que hacer el de ginebra?

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  2. No os recuerda esto a la inciativa Dharma ?

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    Respuestas
    1. Perdidos everywhere... No, no lo recuerda.

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