lunes, 26 de mayo de 2014

Summit Series: hielo, sangre y un puck

Foto vía Trinixy de autor desconocido
Las Summit Series fueron una serie de ocho partidos de hockey sobre hielo que enfrentaron a modo de campeonato a la Unión Soviética contra Canadá, las dos potencias mundiales de este deporte en ese momento y representativas sobre el hielo de la lucha de bloques de la Guerra Fría. Hasta entonces la URSS se había erigido en Campeona del Mundo en nueve ocasiones consecutivas y los canadienses, los cuales tenían muy buenos jugadores, estaban que se tiraban de los pelos. ¿La razón? sencilla, por entonces los Mundiales estaban reservados a jugadores aficionados (no profesionales) por lo que los canadienses nunca mostraban su mejor perfil. Por el contrario los soviéticos no tenían ningún problema con los profesionales tal y como vimos en la entrada dedicada al CSKA el otro día, a fin de cuentas, a pesar de que los soviéticos del CSKA o del Dínamo eran a todos los efectos jugadores profesionales a tiempo completo en las listas figuraban como soldados o como agentes de policía por lo que contaban como jugadores amateur de cara a la Federación Internacional (que pillos). Esto de que los soviéticos jugasen con las cartas marcadas no les gustaba nada a los canadienses, inventores de este deporte, por lo que no dejaron pasar la oportunidad de su vida reflejada en un artículo publicado en el periódico Izvestia. Según parece alguien en la Embajada de Canadá en Moscú se enteró a través de un artículo en el mencionado periódico que el equipo nacional de hockey sobre hielo de la URSS, dada su absoluta dominación mundial, estaba aburrida de arrasar y que buscaba nuevos retos que les devolviese la ilusión por jugar.


La estrella canadiense Bobby "matón" Clarke. Un buen chaval. Foto vía Trinixy de autor desconocido
Tras leer el artículo los canadienses se presentaron en la Federación Soviética de Hockey sobre Hielo y retaron a los soviéticos a luchar sobre el hielo pero esta vez frente a jugadores profesionales de Canadá que tenían vetada su participación en los Juegos Olímpicos. A los soviéticos no les quedó más remedio que aceptar el reto. El campeonato según se acordó consistiría en un total de ocho partidos: los cuatro primeros se celebrarían en Canadá y los cuatro últimos en la URSS. Las sedes canadienses serían Montreal (Montreal Forum), Toronto (Maple Leaf Gardens), Winnipeg (Winnipeg Arena), y Vancouver (Pacific Coliseum) mientras que los partidos en tierra soviética se celebrarían todos en Moscú (Palacio de Hielo Luzhniki).


Foto vía Trinixy de autor desconocido
El equipo canadiense, formado por jugadores profesionales de la violenta NHL de los años 70, se llamaría Team Canada y vestiría una sencilla camiseta roja y blanca con la hoja de arce roble canadiense representada sobre en ella. Aparentemente los canadienses no iban a tener ninguna clase de problema con los "chavalines" soviéticos, al fin y al cabo se iban a enfrentar a aficionados, amateurs, soldados o policías a los que les gustaba el hockey sobre hielo (por cierto, la mayoría pertenecientes al equipo militar del CSKA). Además los jugadores canadienses eran considerados uno a uno entre los mejores del mundo, no podía haber rival para ellos, eran auténticas bestias del hielo y muy pero que muy agresivos, los soviéticos no tenían opción y la opinión publica norteamericana y canadiense apostaba fuerte por el ocho de ocho. ¿que problema podía haber?.


Foto vía Trinixy de autor desconocido
Es importante entender este enfrentamiento en el marco histórico en el que se produjo. Lo que se iba a producir sobre el hielo no era un partido, era una batalla para dirimir que sistema era mejor, el capitalismo o el comunismo, una auténtica lucha escenificada en uno de los deportes de contacto más violentos y por entonces menos legislados que existe: el hockey sobre hielo. Y es que por entonces la arena deportiva era el único lugar donde dos potencias antagónicas podías repartirse estopa sin provocar con ello un holocausto nuclear. En ese sentido entiendo que tanto soviéticos como canadienses tenían ganas de zurrarse.



El primer partido fue un baño de humildad para los canadienses, los soviéticos les metieron un 7 a 3 en Montreal, algo que les dejó tan aturdidos que olvidaron saludar a sus adversarios al final del partido.



El segundo partido en Toronto los canadienses decidieron marcar el territorio a base de agresividad y la jugada les debió de salir bien porque acabaron venciendo 4 a 1. Esa tarde la Federación Soviética se quejó del arbitraje y pidió cambio de jueces para el siguiente partido, algo a lo que los canadienses accedieron.



En el tercer partido en Winnipeg las cosas se igualaron y acabaron empate a 4 aunque los soviéticos se volvieron a quejar de la extrema agresividad y violencia desplegada por el Team Canada afirmando que si el partido se hubiera celebrado de acuerdo a las leyes de hockey sobre hielo europeas más de un canadiense se hubiera tirado todo el partido viéndolo desde la grada.



El cuarto partido en Vancouver supuso una desagradable sorpresa para los miembros del Team Canada. Según se pudo ver los soviéticos contaban con muchos seguidores entre la grada canadiense, seguramente desengañada tras ver a su "teóricamente superior equipo" pasarlas canutas ante los aficionados soviéticos. El partido acabó con un 5 a 3 para la URSS. Dos partidos ganados por uno de los canadienses antes de enfrentarse a las dos semanas de parón previas a los cuatro partidos en Moscú. El tema se estaba poniendo muy pero que muy cuesta arriba para los canadienses. Tras esta decepción a alguien en Team Canada se le ocurrió que no estaría mal pasar esas dos semanas jugando amistosos en Europa antes de pisar el hielo del Palacio de Hielo Luzhniki moscovita por lo que el Team Canada viajó a Estocolmo a medirse frente a la Selección Sueca de Hockey sobre Hielo en el Johanneshovs Isstadion.



La batalla nórdica quedó representada por dos partidos de exhibición en el que los canadienses acabaron imponiéndose a los suecos en el primero 4 a 1 y empatando en el segundo 4 a 4 (partido del video superior). A continuación un resumen con los mejores momentos con tanganas de todo tipo incluidas:



La opinión pública sueca criticó duramente al equipo canadiense acusándolos de ser unos criminales y asesinos, imagen que representó a la perfección la imagen del jugador Lars-Erik Sjöberg sangrando tras un encontronazo con el canadiense Vic Hadfield obviando que los suecos, aunque menos agresivos, también habían dado lo suyo. Y si no que se lo digan al canadiense Cashman que se tuvo que ir con 50 grapas en la lengua después de que el sueco Ulf Sterner se la cortase con el stik... y eso que era un amistoso.


Pantallazo de Lars-Erik Sjöberg
Tras el enfrentamiento con los suecos en vez de volver a casa el Team Canada se dedicó a jugar con equipos amateurs, de juveniles y de infantiles suecos lo que ayudó a lavar su imagen y a que el equipo se uniera más durante las interminables sesiones de borracheras en el autobús cantando canciones como un grupo de colegiales. Eso de volverse un auténtico Team era algo que iban a necesitar si querían salir vivos de Moscú.



Tras el parón de dos semanas el quinto partido, ya en Moscú, se saldó con victoria local por 5 a 4 para regocijo de los altos mandatarios soviéticos, entre ellos Leonid Brezhnev, que se encontraban presenciando el encuentro. Si los canadienses querían ganar las series no les quedaba otra que ganar los tres partidos que restaban.



El sexto partido se saldó con victoria canadiense por un ajustado 3 a 2. La polémica del partido tuvo que ver con el duro marcaje al que el Team Canada sometió a Kharlamov. Según parece a Kharlamov le dolía un poco el tobillo izquierdo y alguien en el banquillo canadiense le dijo a Bobby "matón" Clarke que le diera un toquecito. Poco después Bobby le fracturaba el tobillo a Kharlamov en una acción bautizada como The Slash considerada una de las más zafias de la historia de este deporte y que acabó comprometiendo la carrera deportiva de Kharlamov y el rendimiento del equipo soviético durante el resto de las series. Aquí tenéis el momento en el que el aizkolari canadiense le da el hachazo a Kharlamov, momento por cierto que es recordado con cierta vergüenza por los aficionados canadienses:



Poco después Clarke declararía que no se lo pensó dos veces, era la guerra y en la guerra todo vale. Buen chico este Clarke, el mote de "matón" no se lo habían puesto al azar.





Kharlamov se perdió el séptimo partido en el que la URSS perdió 4 a 3. Los canadienses lo habían conseguido, llegarían al último partido, la URSS y Team Canada estaban empatadas a 3 victorias aunque los soviéticos ganaban por dos goles, esto era un todo o nada.



El 28 de Noviembre de 1972 sobre el Palacio de Hielo de Luzhniki de Moscú se libraba algo más que un partido, ya no era el hockey o la Guerra Fría, era algo personal entre los jugadores de ambos equipos. En Canadá se declaró festivo de manera oficiosa y los estudiantes tuvieron la tarde libre para presenciar el partido del siglo. El inicio del partido fue aprovechado por los soviéticos los cuales marcaron aprovechando dos expulsiones temporales canadienses, alegría que les duraría poco ya que unos minutos después los canadienses lograban empate. Poco después los soviéticos volvían a marcar y los canadienses a empatar antes de acabar el primer periodo. El segundo periodo terminaba con 5 a 3 para los soviéticos. El Palacio rugía.


Foto Frank Lennon vía Wikipedia
Los canadienses volvieron al hielo con una premisa en mente: defender y no llevar acciones alocadas, el partido estaba suficientemente cuesta arriba como para perderle en base a inconsciencias. Los canadienses lograron empatar el partido a 5 tantos. Más miembros de seguridad tuvieron que entrar a vigilar la grada e incluso la bancada del Team Canada se enfrentó con stiks en mano a la policía después de que estos detuvieran a un jugador que reclamaba un gol invalidado... hockey setentero en estado puro, "El castañazo" style. A los soviéticos les valía con empatar por lo que se cerraron en defensa pero eso no fue suficiente. Lo que ocurrió a 34 segundos del final del partido sobre el hielo del Palacio de Hielo de Luzhniki de Moscú quedó marcado a fuego en la mente de millones de canadienses y representado en la icónica foto superior de Frank Lennon. Estamos hablando casi con toda seguridad del mayor momento de gloria de la historia deportiva de Canadá. Mejor lo veis:




Aunque Canadá ganó las Summit Series la URSS ganó el respeto internacional y dejó de ser considerada como una potencia de segundas que hacía trampas en las competiciones internacionales. Numerosos jugadores soviéticos empezaron a ser conocidos en occidente y muchos de ellos volaron a la NHL durante los 80 y más aun durante los 90 con la caída de la URSS. Las técnicas de entrenamiento de los soviéticos se popularizaron y muchos equipos de la NHL cambiaron sus maneras de entrenar. Cabe resaltar que mientras el Team Canada estaba formado por un poupurrí de jugadores profesionales que no habían jugado nunca las escuadra soviética estaba perfectamente engrasada en el momento de celebrarse la competición, lo cual añade más merito a la victoria de los canadienses. Cabe reseñar que a pesar de perder las Summit Series el sentimiento general de la población rusa respecto a la participación de la URSS en este brutal enfrentamiento es motivo de orgullo, al fin y al cabo cayeron con las botas puestas frente a los que eran considerados por muchos mejores jugadores de hockey hielo del mundo. Por cierto, a continuación os dejo un buen resumen de las Summit en inglés en el que intervienen muchos de sus protagonistas:


Para terminar: con motivo del 20 aniversario de las Summit Series muchos de aquellos jugadores volvieron a reunirse en Moscú el año pasado para disputar un partido de exhibición. AQUÍ tenéis fotos de ese encuentro.

4 comentarios:

  1. Articulo muy interesante y entretenido. Una puntualización: La hoja es de arce, no de roble.
    Un saludo

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  2. Genial entrada Miguel!! Hoy te has salido!!

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  3. Hay algo que me llama la atencion.
    En los videos que he abierto (no todos) veo que Suecos y Sovieticos usan casco. Los Canadiendes van con cabeza descubierta.
    ¿Algun motivo? ¿seña de indentidad? ¿eran tan duros que no lo necesitaban?

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