23:45 horas, 9 de Septiembre de 1972. Juegos Olímpicos de Munich, Estadio Rudi-Sedlmayer-Halle. Final de Baloncesto. ¿Los contendientes? Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas vistiendo camiseta roja contra los Estados Unidos de Norteamérica vistiendo camiseta blanca. Casi ná. Los norteamericanos llegaban a este encuentro sin haber sido jamás derrotados desde que el baloncesto se convirtiese en disciplina olímpica allá por 1936 en las Olimpiadas de Berlín. A pesar no poder contar con jugadores de la NBA la escuadra norteamericana formada únicamente por jugadores universitarios ejercía de manera abrumadora el dominio en el deporte del balón y el cesto. La final en cierto sentido era un mero trámite y una excusa para recibir las medallas de oro con cierta legitimidad aunque ya desde el principio de los juegos los norteamericanos se dieron cuenta de que los soviéticos, con un conjunto mucho más conjuntado, no iban a dar su brazo a torcer tan facilmente como lo hicieron en Juegos Olímpicos anteriores. En contra de lo que muchos pensaban aquella tarde de Septiembre muniquesa los norteamericanos tuvieron que sudar la camiseta durante todo el partido más de lo que hubieran deseado. A pocos segundos del final de esta escenificación de la Guerra Fría sobre el parquet el equipo soviético va por delante del norteamericano por un único punto, 49-48, y además tiene la posesión. En el inicio de una de las últimas jugadas Doug Collins logra robar el balón y cuando se dirige a canasta el veterano jugador soviético Sakandelidze le hace una falta que le tira al suelo. Dos tiros libres. Collins se prepara, mira a canasta, lanza y encesta el primero. Empate a 49. Recoge de nuevo la pelota y se dispone a tirar el balón cuando suena la bocina de tiempo muerto aun así tira, evade el intento de desconcentrarle de los soviéticos y vuelve a encestar. Tres segundos para acabar la final y EEUU se pone por delante de la URSS con un solo punto de ventaja. Solo tres segundos... lo que después sucedió podéis verlo en el vídeo que abre la entrada de hoy. Y miradlo con sonido porque yo no os lo voy a contar.
Rudi-Sedlmayer-Halle en efervescencia. Foto Miguel |
Foto Miguel |
Foto Miguel |
Un talibán en la cancha. Foto Miguel |
Foto Miguel |
Foto Miguel |
Schnitzel rules. Foto Miguel |
Hola,
ResponderEliminarMe interesa el tema. ¿Hay alguien por aquí que pueda confirmar lo de que, por reglamento, se tiene que añadir tiempo por el hecho de que la URSS pidió el tiempo muerto durante los lanzamientos?
Saludos
PD: Vaya "vidorra" te pegas, Miquel ;)
Hola:
ResponderEliminarTras La saga sueca; El arte de la guerra; La completa fabulosa historia del Shi lang, Varyag o riga; El incidente del catalina; Mi viaje por alemania...¿Estamos contemplando el inicio de una nueva saga de olimpiadas soviet style?
La verdad que las historias lo merecen, o al menos una etiqueta propia...
Jajaja, casi sale la saga pero bueno, digamos que ha sido una minisaga
Eliminarun saludo a todos!
Vamos que los Soviéticos le tangaron el partido a USA descaradamente, o como decimos por mi barrio: así gana el Madrid
ResponderEliminarjajaja
que imverosimil lo de las medallas de haber sido el caso al contrario estoy seguro que los soviéticos se hubiesen llevado las medallas de plata, asumiendo el rol de buen perdedor.
ResponderEliminarEso es mucho suponer. Muy segura estás. No te jueges una mano, que igual la pierdes.
EliminarUno de los tongos más sonados del deporte mundial. El caso era repetir los 3 segundos hasta que ganaran los rusos ;) El gesto de no recoger las medallas de plata sencillamente brillante.
ResponderEliminarCuando menos es cuestionable.
EliminarAhora, ¿tongo?, el Brasil-URSS, que abrió el Mundial nuestro del 82, pitado, además, por un español que propició la felonía. Obsérvese el comportamiento deportivo, como nunca se ha visto, de los soviet.