miércoles, 5 de septiembre de 2012

Un tanque de mierda (con perdón)

Patente de Aleksandr Georgievich Semenov
Esta claro que la imaginación y crueldad del ser humano no conoce límites cuando de lo que se trata es de inventar artefactos para la hacer la guerra. Un claro ejemplo de lo que quiero decir lo representa el inventor ruso Aleksandr Georgievich Semenov el cual es el propietario de una malvada patente militar que está llamada a cambiar las reglas de enfrentamiento armado en el campo de los vehículos blindados. 


Como informaba el diario británico The Guardian hace unos días en ESTE interesante artículo de investigación una patente militar rusa de 2005 redescubierta recientemente ha sacudido los cimientos de la industria armamentística. La patente rusa #2399858 titulada "Método de eliminación de residuos biológicos del compartimiento sellado de blindados militares y dispositivo para su implementación" describe un sistema mediante el cual los soldados pueden disparar sus propias heces o deposiciones (o mierda o caca...para que nos entendamos) al enemigo sumando al alto poder destructor de los proyectiles el efecto "guerra psicológica" que representa el ser bombardeado con heces del oponente y minando (nunca mejor dicho) la moral del enemigo. Según Semenov esta medida también va enfocada a hacer más agradable la vida de la tripulación de tanquistas en el interior del compartimento sellado del blindado liberándolos de la olorosa compañía de sus potenciales proyectiles, y más sabiendo que estas tripulaciones en periodo de combate a veces están obligadas a permanecer en el interior del habitáculo del blindado durante días. 
Imagen que acompaña a la patente de Aleksandr Georgievich Semenov
La figura que acompaña a la patente y la cual os muestro más arriba no puede ser más descriptiva. En ella se muestra un miembro de la tripulación de un blindado apuntando el cañon (del blindado [sin bromas que esto es serio]) al tiempo que deposita sus carga intestinal en un proyectil parcialmente hueco y parcialmente lleno de explosivo que se encuentra bajo su asiento. El propio Semenov describe la escena en la patente de la siguiente manera: 

"El militar (3) deposita sus desechos (8) en el proyectil hueco (7) de manera directa (fig.1) o en dos etapas. Tras llenar el hueco del proyectil o, si es necesario, estando este parcialmente lleno, este debe de ser cerrado herméticamente con una tapa diseñada para tal efecto. A continuación el cañon cargado con este proyectil especial se apuntará hacia una zona de seguridad o hacia cualquier objetivo enemigo que merezca la pena."

Que hubiera sido de los soviéticos si los alemanes hubieran contado con este invento a bordo de sus Panzer en la legendaria batalla de Kursk... Lo dicho: Homo homini lupus...



1 comentario:

  1. Bien pensado!

    Ya puestos, para las aguas menores no estaria mal un lazallamas jeje

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