domingo, 28 de octubre de 2012

Suecia capítulo 25: El incidente Catalina (IV)

Catalina de la Fuerza Aérea Sueca. Foto Miguel de Rusadas.com
Tres días más tarde, el 16 de Junio de 1952, un hidroavión PBY Catalina sueco se encontraba en el aérea del incidente intentando localizar los restos del DC-3 Dakota derribado cuando dos Mig-15, el por entonces más moderno caza de la fuerza aérea soviética, aparecieron súbitamente junto a el. Aproximadamente a las 4:09 los dos cazas hicieron una pasada cerca del Catalina en lo que los suecos interpretaron como "un ataque en falso" dirigido a enseñarles la dirección de vuelta a casa. Debido al incidente sucedido 3 días antes los suecos decidieron hacerles caso y poner rumbo a Suecia, no obstante el tema no terminaría ahí, alguien en Moscú consideró que los suecos tal vez no habían entendido el mensaje enviado 3 días atrás correctamente y que tal vez era necesario refrescarselo.


Foto Miguel de Rusadas.com
Sobre las 4:11 los dos cazas soviéticos abrieron fuego contra el inofensivo Catalina de rescate el cual se encontraba volando de vuelta a casa bajo junto a las olas. 

 Mig-15. Foto Miguel de Rusadas.com
 Mig-15 volando recto. Foto Miguel de Rusadas.com
 Mig-15 picando para atacar. Foto Miguel de Rusadas.com
Los Migs soviéticos necesitaron un total de 6 ataques para derribar el hidroavión sueco. Por entonces, sobre las 4:20, el piloto Olof Arbin había logrado realizar un aterrizaje de emergencia sobre el mar con su hidroavion

Imagen histórica del Catalina hundiéndose. Foto Miguel de Rusadas.com
Diez minutos después el Catalina se hundía en el mar y la tripulación era rescatada a bordo de sus botes salvavidas por un carguero de Alemania del Oeste que presenció el incidente, lo que indicaba que el ataque se había producido, una vez más, en aguas internacionales.

Catalina con un Mig-15 a las 5. Foto Miguel de Rusadas.com
Inmediatamente el alto mando sueco ordenó a los demás aviones que se encontraban buscando los restos del Dakota volver a la base y numerosos cazas fueron puestos en el aire para garantizar su seguridad temiéndose lo peor. Por suerte los soviéticos no tenían intención de remarcar su mensaje una vez más por lo que no hubo más incidentes.


Foto Miguel de Rusadas.com
Morro. Foto Miguel de Rusadas.com
La presencia de un buque civil durante el ataque al Catalina hizo imposible mantener de puertas para dentro la agresión. El incidente internacional saltó a la escena pública y el alto mando sueco ordenó responder a cualquier agresión militar por parte de fuerzas del bloque soviético con igual intensidad. Por su parte las labores de búsqueda del DC-3 se detuvieron inmediatamente por el riesgo de escalada bélica. Inicialmente los soviéticos denegaron cualquier responsabilidad en el ataque al Catalina (del DC-3 nadie quería hablar) aunque tras las declaraciones de la tripulación del carguero alemán tuvieron que desdecirse aunque lo argumentaron diciendo que el inofensivo Catalina de rescate les atacó primero.

Tage Erlander y Nikita Khrushchev en 1964. Foto Svd
En 1956, 4 años despues del incidente, el por entonces líder soviético Nikita Khrushchev admitió tras una reunión con su homólogo sueco Tage Erlander su responsabilidad sobre la desaparición del DC-3 y del Catalina. No obstante esta conversación se mantuvo en el más absoluto secreto ya que a ninguno de los dos les convenía hablar demasiado sobre el tema del DC-3. Supuestamente la principal razón por las que a los soviéticos no les convenía poner el foco de atención sobre el Dakota era que a la URSS le convenía tener un país neutral frente a sus costas en vez de uno claramente inclinado hacía el bloque occidental, algo que ellos mismos podían provocar en caso de acusación pública. Si Khrushchev sacaba a la luz todo lo que sabía sobre el DC-3 y acusaba a Suecia de pertenecer de facto a la OTAN, aparte de poner en riesgo a "Águila Wennerström", situaba a Suecia en un lado del mapa ideológico y por tanto llevaba la amenaza occidental hasta el límite de sus fronteras. Manteniendo en secreto el tema Khrushchev tenía la oportunidad de negociar con Suecia una situación que fuera más interesante para el por debajo de la mesa en lo que a las operaciones en el Báltico se refería y forzar a Suecia a ser más neutral o al menos a no hacerle el juego a la OTAN. Por su parte a Erlander tampoco le convenía sacar a la luz el tema del Dakota y tener que reconocer que la opinión pública había sido engañada respecto a la neutralidad de Suecia, algo que sin duda le pondría en más de un aprieto. Esta es la razón por la que por 40 años los suecos insistieron en que el vuelo del DC-3 había sido de entrenamiento y se intentó poner el foco sobre el incidente del Catalina. De ahí que este suceso sea conocido curiosamente como "El incidente Catalina" y no como "El incidente Dakota" que es como realmente se tenía que haber bautizado.

Mañana más...

3 comentarios:

  1. Cada día me gusta más tu blog "Rusadas-Suecadas".


    ;)

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  2. Lo sabia, sabia que la cosa no habia quedado asin.,...

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  3. Bravo, una historia digna de ser contada de nuevo. A ver como acaba...

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