lunes, 5 de agosto de 2013

El arte de la guerra (7): Un polaco en Dinamarca

MiG-15 al ataque. Foto Fi Chince
La mañana del 5 de Marzo de 1953, coincidiendo con la muerte de Stalin, el teniente del Ejercito del aire Soviético-Polaco Franciszek Jarecki despegaba de la base aérea de Slupsk situada junto al Mar Báltico, donde estaba asignado junto con el Escuadrón de cazas numero 28, en un vuelo rutinario de entrenamiento. Jarecki pilotaba un MiG-15BIS con numeral 731. El MiG-15BIS era considerado como la primera versión del moderno MiG-17, un avión mas ligero, más rápido y con más rango operacional que el MiG-15, en definitiva, Jarecki pilotaba un caramelito muy apetecible.





Jarecki. Dibujo US Army
Todo se habría desarrollado de manera normal de no ser porque la historia de Jarecki no era normal... entre otras cosas porque perdió a su padre, oficial del Ejercito Polaco, a manos de los soviéticos cuando Hitler y Stalin se dividieron Polonia. Con el único propósito de volar en mente  tras la muerte de su padre Jarecki se alistó a una escuela de pilotos de planeadores aunque se encontró con un problema, para ser piloto del ejército antes que nada tenías que ser miembro del Partido de Jóvenes Comunistas. Bueno, fácil, Jarecki se hizo miembro de la Alianza de Jóvenes Comunistas Polacos y siguió hacia delante. 

Tras su paso por la academia de pilotos de planeadores decidió apuntarse a la academia de pilotos de combate. Tras ser seleccionado junto con otros 150 aspirantes de entre un grupo de 10.000 solicitantes Jarecki se tuvo que enfrentar a otro problema: para ser admitido primero había que pasar una prueba frente a un tribunal para dictaminar si cumplías con el perfil ideológico requerido. Si en el tribunal hubieran sabido que su padre fue oficial del Ejercito Polaco, que fue asesinado por los soviéticos, que Jarecki no tenía la edad que decía tener o que tenia familia viviendo en los Estados Unidos con toda seguridad Jarecki se habría quedado fuera pero una vez más sus embustes colaron y no le pillaron. Franciszek Jarecki se convirtió en el mejor de su clase pero entonces surgió otro problema que hacía peligrar su fulgurante carrera militar: no pertenecía al Partido Comunista... bueno, pues nada, el 6 de abril de 1952 Frank Jarecki se convertía en Teniente segundo y en miembro del Partido para gloria del comunismo polaco. 


MiG-15 Polaco. Foto Dimitrije Ostojic
Pero escalar en la jerarquía tenía su precio que Frank no estaba dispuesto a pagar. Con el tiempo Frank fue obligado a espiar a sus compañeros y a reportar periódicamente sus movimientos. Según cuenta el propio Frank en la página de su empresa de válvulas AQUÍ (página de la cual esta sacada la historia de hoy) espiar a sus compañeros no era algo que estaba dispuesto a hacer, una decisión que con el tiempo podía costarle su puesto de piloto cuando no su vida.  Esa mañana del 5 de Marzo de 1953 Frank ya había tomado una decisión, se disponía a hacer un vuelo de entrenamiento en su MiG-15BIS junto con otros 3 aviones más del escuadrón, pero ese día a diferencia de los previos Frank no pensaba regresar jamás a Slupsk. Su plan pasaba por huir a la pequeña isla danesa de Bornholm, el problema era que no sabía exactamente donde se encontraba esta isla ya que las zonas occidentales quedaban fuera de los mapas de los que disponían... al fin y al cabo ¿para que querría un piloto del Ejercito Soviético saber con detalle lo que había más allá del telón de acero? 
 
MiG-15 preparado para despegar con tanques. Foto Jfhweb

A las 9:10 de la mañana los motores del MiG-15BIS de Frank empiezan a rugir y los 4 ejemplares del más moderno caza de combate del inventario polaco despegan desde la base aérea de Slupsk en dirección Oeste siguiendo la línea de costa polaca. Poco después de sobrevolar localidad costera de Kolobzreg Frank decide que es el momento de huir. Se desprende de los tanques de combustible para perder peso, mete gas hasta el fondo y pica su MiG-15 sobre el Báltico al tiempo que gira en dirección Norte a máxima velocidad. La maniobra, claramente evasiva, indica que Frank tiene intención de "emigrar" por lo que se ordena a 4 MiGs interceptarle. Volando a 400 metros de altura por debajo del radar soviético y una velocidad aproximada de Mach 1 Jarecki completa su plan y finalmente aterriza sano y salvo en el aeropuerto de Ronne en la isla de Bornholm abandonando su avión con los brazos en alto al grito de "“Communist Kaput Asylum” (FOTO, FOTO).  El avión de Jarecki fue devuelto a sus legítimos dueños tras varias semanas debidamente empaquetado (FOTO, FOTO) en numerosas cajas tras ser analizado hasta el más mínimo detalle.  Cabe resaltar que el avión fue reclamado desde el primer día por lo que nadie se atrevió a volarlo por lo que las lecciones aprendidas de su análisis fueron únicamente teóricas y no prácticas para desgracia de todos aquellos que seguramente hubieran deseado darse un paseo en el (y ahora estoy pensando en algunos generales estadounidenses establecidos en Corea).  Jarecki por su parte recibió la nacionalidad  norteamericana y 50.000 dólares para iniciar su nueva vida tras, claro está, someterse a interminables sesiones en las que contó a la inteligencia occidental  todas las tácticas, medios y técnicas de combate de la aviación soviético-polaca.


Traje de vuelo usado por Jarecki. Foto Biersaufer.
La historia de Jarecki inspiró posteriormente a otros polacos a seguir sus pasos. Poco después de su deserción, concretamente el 20 de Mayo, el teniente Zdzislaw Jazwinski, miembro del mismo escuadrón de Jarecki, conseguía emular a su excompañero tras aterrizar con otro MiG-15BIS en la isla de Bornholm que también fue devuelto sin ser volado. 


Avión de Jarecki en Bornholm. Foto de autor desconocido vía Modelwork
A Jarecki y a Jazwinski les seguirían otros muchos pilotos polacos como el Teniente Kozuchowski, el cual aterrizó el 7 de Noviembre de 1955 con su MiG-15 en Suecia o el Teniente Gosciniak el cual volvió a aterrizar en Bornholm con su MiG-15BIS el 25 de Septiembre de 1956... Estas deserciones tuvieron más de mediático que de técnico ya que para entonces el MiG-15BIS había dejado de ser el caza de referencia en el bloque soviético. El poder echar el ojo a los aviones era mejor que nada pero no permitió sacar muchas conclusiones sobre las envolventes de vuelo o el rendimiento de los motores del MiG, algo que ansiaban conocer al otro lado del mundo, en Corea, con objeto de desarrollar una táctica según la cual derrotar con mayor efectividad a los MiG-15 coreanos y chinos. Así que volvamos a la Operación Moolah en Corea.



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